¡ME HE TIRADO EN PARACAÍDAS!

¡Hola pandas! Sí, lo sé, esta entrada no tiene NADA que ver con los libros, pero ayer hice algo con lo que llevaba soñando desde los 3 años, o más o menos desde que tengo uso de la razón. Siempre he sido una yonki de la adrenalina, me siento genial después de hacer cosas arriesgadas (pero dentro de la seguridad, amo demasiado mi vida como para matarme), soy una persona muy ansiosa día a día y esas descargas de adrenalina me hacen quedarme satisfecha y me quitan la carga que llevo encima, sea cual sea. Ayer pude cumplir el mayor sueño, porque ya he hecho otros deportes de riesgo, pero este no podía al ser menor de edad. Si queréis saber la historia completa, seguid leyendo :3

Aquí el elefante adorable. (Ojo: el paracaídas lo
hizo mi novio a mano, pa que veaís lo apañao que es).

El 14 de Diciembre fue mi cumpleaños, y llegué a la mayoría de edad. Como ya he dicho antes, desde que tengo uso de la razón he soñado con tirarme en paracaídas, y también desde bien pequeña lo que siempre decía era ''tengo ganas de tener 18 años para tirarme en paracaídas''. No para ir a bares, no para entrar a discotecas sin que me pidan el DNI, no para sacarme el carnet de conducir. Yo quería tirarme en paracaídas, y a todo el mundo le parecía una locura. Tanto, que ya descarté la idea llegados mis 17 años, pensando que sería algo que podría hacer siendo ya adulta y teniendo mi propio dinero. Como iba contando, llegó mi cumpleaños, y mi novio me pidió disculpas por adelantado por hacerme un regalo tan simple, yo me quedé ''no pasa nada! :D'' pero... Me pidió que me pusiese bajo la ventana de mi habitación (la cual está en un segundo piso) y esperase con los ojos cerrados. Cuando me dijo ''¡ábrelos!'' vi caer a un peluche de elefante monísimo con un paracaídas detrás y morí del amor. Me lo veía venir pero a la vez no. El elefante iba con una cartita enganchada en la mano, dentro de la cual ponía que estaba invitada a un salto en paracaídas. Y lloré. Y lloré y lloré y lloré y no me lo podía creer.

Llegó el día decidido para tirarme en paracaídas, 27 de Diciembre, pero estaba el cielo muy nublado y nos negaron la bajada. Lloré, también, pero todos me animaban diciéndome que si iba otro día lo disfrutaría muchísimo más con el sol y el cielo destapado. Así que decidimos volver el 10 de Enero (tened en cuenta que el sitio está a 150km de mi casa, así que el viaje en coche es largo).

10 de Enero llega y yo ni nerviosa (bueno vale, un poquitín). Cuando subía con el avión me iban avisando: ''estamos a 1000m, estamos 2000m, estamos a 3000m, ¡ya llegamos, estamos a casi 4000m!'' y yo encantada, riendo todo el rato, sonriendo y AMANDO la vista que veía. Me hubiese gustado poder grabarlo todo, porque creerme que las vistas desde ese punto son PRECIOSAS. Y cuando caí... ¡INCREÍBLE! Lo único que podía hacer era reírme y pensar: ''esto es lo mejor que he hecho en toda mi vida''. No puedo contar más, os dejo fotos y el vídeo que, como dicen, una imagen vale más que mil palabras.

En la avioneta, antes de caer :3

¡¡CAYENDO A 200KM/h!!

Mi cara JAJAJAJA aún en caída libre aquí.

Aquí ya con el paracaídas, y lo estaba conduciendo yo en ese momento así que mi cara de pillina es precisamente por eso jojojo :3

¡Y justo al tocar el suelo con el culo! Mi cara de felicidad lo explica todo todo todo :D

¿Que si lo recomendaría? DE CABEZA, sobretodo si no es dan nada de miedo las alturas. Es impresionante, algo que debería todo el mundo disfrutar (el menos las vistas desde ahí arriba, pero la libertad que sientes al lanzarte... wow). Lo repetiría, tanto que en cuanto bajé fui corriendo hacia mi novio y le dije que me quería dedicar a ello (tendrías que haber visto la cara que puso del miedo), a lo que su respuesta fue: ''mejor dedicate a la literatura...'' JAJAJAJ

Bueno pandas espero no haberos molestado mucho con esta entrada no-literaria, pero tenía que compartir mi experiencia :D ¡Un besito enorme, se os quiere!